En el contexto de la cuarta revolución agroindustrial que estamos transitando, la Argentina se ubica en el segundo lugar a nivel mundial por uso y adopción de las tecnologías de agricultura de precisión. Así lo puntualizó Ricardo Rodríguez, técnico y especialista en agricultura de precisión de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Famailla y coordinador de la plataforma de innovación territorial centro-este de Tucumán y oeste de Santiago del Estero.

Rodríguez precisó que la referida cuarta revolución agroindustrial se da producto de la articulación público-privada en el mundo y en la Argentina, que en nuestro país es llevada adelante desde hace más de 26 años por INTA, mediante su proyecto Nacional de agricultura de precisión -actualmente, proyecto estructural de desarrollo y aplicación de tecnologías de mecanización, precisión y digitalización de la agricultura-, conjuntamente con empresas de maquinarias y agro componentes de la Argentina.

Estos insumos y herramientas fueron tecnificando rápidamente el campo argentino en búsqueda de la eficiencia, con sostenibilidad y sustentabilidad ambiental, en las principales cadenas de valor nacionales -cereales y oleaginosas-. También se desarrollaron adaptaciones y usos para las cadenas de valor regionales como la caña de azúcar, cultivo de importancia económica en el NOA (Tucumán, Salta, Jujuy) y NEA (Santa Fe).

En base a una reciente publicación del INTA Manfredi (Córdoba) y del INTA Paraná (Entre Ríos), del año pasado, articulada con empresas privadas y proveedoras de insumos de agricultura de precisión, la evolución de la tecnificación argentina se viene realizando de la siguiente manera, considerando los equipos de agricultura de precisión trabajando en el país, según el grafico I.

Coincidentemente, la evolución de insumos de agricultura de precisión en granos y en caña de azúcar pasó por el número de pilotos automáticos, monitores de rendimiento, dosis variable, sensores de nitrógenos, imágenes/fotos satelitales y, principalmente, telemetría con el aporte de todos los datos de trabajos en diversas operaciones culturales en tiempo real. “Esto permite mirar a futuro, en el corto plazo, con una eficiencia importante del manejo de los recursos aplicados en cada eslabón de la cadena productiva de la caña de azúcar”, explicó Rodríguez.

El INTA Famaillá, junto a empresas privadas líderes en la temática, realizó ensayos con pilotos automáticos entre 2012 y 2015, con los cuales se mostraron los beneficios de los surcos equidistantes durante la plantación convencional con surcador para plantaciones manuales con errores menores a 3 cm. “Esto genera ventajas no solo para las labores culturales, sino también durante las labores de calidad, eficiencia de cosecha, transporte y toda la información complementaria de aporte a la gestión empresarial”, indicó Rodríguez.

Ensayos

También se realizaron ensayos durante el abonado del cultivo con dosificadores variables para el uso de fertilizantes sólidos, mostrando el ahorro en términos de tiempo operativo y aplicación eficiente con mínimas pérdidas de producto comercial (Urea en base a lo deseado en aplicación con CV% del 4 vs CV% del 12 en manera convencional), con el comienzo incipiente de la telemetría de los datos de eficiencia de trabajos (tiempo operativo, insumos ocupados y georreferenciados, tiempos de transporte, reposos, superficies tratadas y otros atributos que hacen a la gestión empresarial).

Por otro lado, se ensayaron productos sensores de nitrógeno y de malezas manuales y automatizadas en las maquinas (Greenseeker - WeedSeeker); fotografías aéreas con el avión tripulado del INTA SkY ARROW y no tripulados como drones; imágenes satelitales con NDVI, entre otros insumos.

“Si bien en Tucumán y el NOA las empresas productoras de materia prima y servicios y los productores cañeros vienen incorporando dichos insumos y agro componentes de agricultura de precisión en esta última década, nos encontramos con algunos cuellos de botella para la implementación en todo el concepto de agricultura de precisión. Es decir, existe la necesidad urgente de formación de recursos humanos capacitados para el manejo y para la interpretación de este tipo de información en los sistemas productivos, pese a que estamos en las puertas de la automatización y robótica de la agricultura de inteligencia artificial -o Agricultura 4.0-, y no tenemos cobertura de conectividad en muchas zonas. Por ello, la telemetría se hace bastante compleja y ve la necesidad de trabajar con plataformas que comparten información entre el propietario de la máquina y los proveedores de herramientas, pudiendo corregir en tiempo real los inconvenientes que se presenten en las diversas labores, gestionando información metro a metro en el campo tucumano”, añadió Rodríguez.

Por último, señaló las últimas tendencias de agricultura de precisión en caña de azúcar:

• Generación de sensores altamente entrenados.

• Automatización de las herramientas precisas.

• Autorregulación y calibración de la maquinaría agrícola.

• Gestión de la información a través de plataformas inteligentes.

• Trazabilidad, segregación y BPAs de la materia prima apuntando a productos de alto valor.

• Telemetría para adquisición, diagnostico, toma de decisiones, atención al cliente y procesamientos de datos georreferenciados.

Por mayor información, los interesados pueden dirigirse al INTA EEA Famaillá, o enviar un mail a rodriguez.ricardoa@inta.gob.ar.